Crear Espacio para escucharte y verte
6 semanas para Recordar, Aprender, Sentir y Grabar experiencias que nos recuerden la sabiduría de nuestro cuerpo en las interconexiones adentro y afuera del organismo que vamos siendo
La Alquimia de tu cuerpo
*En el audio: Palabras de Rob Aspell.
Ante los dolores intensos, las irregularidades, las condiciones y los desórdenes crónicos en nuestro cuerpo físico, una mirada científica que se ha parado sobre un suelo de separación (mente vs cuerpo, pensar vs sentir) concentra sus respuestas en: Extraer, callar, detenerlo todo. Silenciar.
No estoy en contra de la posibilidad de bajar el volumen de un dolor que se ha tornado demasiado intenso y es insoportable. Siempre que vaya tejido con atender y escuchar lo que ha llevado al organismo entero hasta ese grado de gritos y alarmas. Siempre que esté acompañado con la intención y la acción contundente de abrir espacio y escuchar-nos.
En particular, respecto a lo que sucede con nuestro vientre y nuestro ciclo ovulatorio-menstrual, la histerectomía, los raspados, la anticoncepción hormonal de diferentes naturalezas son respuestas más frecuentes de lo que el organismo vivo que somos podría tolerar.
Todo nuestro cuerpo es un sistema interconectado adentro y afuera, con el organismo mayor que formamos con el entorno que habitamos, con el tejido del que somos parte. Adentro hay conversaciones constantes entre todos los sistemas que conocemos.
El sistema cardiovascular habla con el resto del cuerpo, sostiene interacciones con la manera en que ciclan nuestras hormonas y sangra nuestro útero.
El sistema nervioso central recibe señales y sostén de nuestro ciclo ovulatorio menstrual durante cada fase, para activar y descargar; para armonizar los momentos de acción y descanso.
El sistema inmune responde y hace un tejido con el sistema endocrino que, a través de glándulas como la tiroides recibe señales de las hormonas del ciclo menstrual para modular el metabolismo, la temperatura de nuestro cuerpo, la energía disponible para vivir.
Nuestros músculos y huesos, nuestras maneras de almacenar y usar energía e información, de metabolizar y digerir, están atravesadas por la danza hormonal que ocurre -o deja de ocurrir- en cada ciclo. A su vez, mientras el ciclo ovulatorio menstrual conversa con todos los sistemas, les sostiene y es sostenido por ellos; cada uno tira cuerdas con los otros para asegurar que todo el tejido vaya habitando estados que no sólo garanticen la vida, también que permitan y sostengan el gozo, la creatividad, la posibilidad de crear.
En estas 6 semanas, te invito a que exploremos juntas las conexiones entre el vientre, el corazón, la forma de digerir y metabolizar. No sólo lo más concreto que ingerimos en el alimento y la comida. Además, las experiencias mismas: la manera en que tu mundo interior se va nutriendo mientras vamos digiriendo las experiencias emocionales, lo más sutil y no por eso menos evidente.
Te invito a que vamos experimentando esta conversación continua entre nuestro vientre, nuestro corazón y nuestro metabolismo, tejida con un sistema inmune que cuida la vida cuando es pertinente y, muchas veces, ha entrado en modos crónicamente defensivos. De nuevo, hablo de lo físico a lo que responde nuestro sistema inmune y de lo sutil que también ha creado procesos acorazados, pues ha aprendido a defenderse de lo que ha sido abrumador para el organismo que vamos siendo.
Nuestros músculos dejan de expandirse cuando hay experiencias emocionales sin procesar.
La rigidez atrofia y bloquea los canales de comunicación entre el corazón y el vientre que permiten el gozo, las gestaciones; sostener, dar soporte, descargar y soltar.
Las corazas interrumpen las vías entre el corazón y las manos que crean, acarician, abrazan y tocan el mundo.
Podemos volver a hacer contacto, para suavizar y digerir, para metabolizar y permitir que se restituyan las redes y el paso de información que va de una célula a otra, de un órgano a otro.
Tal vez has vivido momentos en tu vida o estás pasando por uno justo ahora, en que tu organismo completo parece querer impedir la entrada no sólo de lo amenazante, también de lo nutritivo. En otras palabras, todo se vuelve peligro y nada de lo que intentas parece disminuir el dolor -donde sea que se encuentre- o el sangrado abundante, o la irregularidad. Nada parece funcionar con los intentos de regularte, nada parece funcionar con los intentos para hacer que la vida esté de manera armoniosa en tu cuerpo. Parece que el gozo se ha ido a otro lugar.
No vengo a decirte que todas las respuestas están en el ciclo menstrual, nos suceden muchísimas más cosas que la danza hormonal que cada vez es más famosa. El ciclo es una ruta más para contactarnos con nuestros ritmos propios e irnos sintonizando con ellos.
“El alma nos llama desde aguas profundas,
una y otra vez
a través de experiencias que no podemos ignorar
a través de incomodidades que señalan caminos
a través de situaciones envolventes
hilos que atrapan el revoloteo de nuestra atención volátil.
Y cuando ha estado demasiado tiempo llamando,
sube el tono
el tono de las experiencias
la intensidad de las incomodidades
lo absurdo y doloroso de las situaciones.
Nos llama entonces por el cuerpo
pues es allí donde nos asentamos
es allí donde no podemos dejar de vernos.
A ver si dejamos de decirle que nos espere un poco más
A ver si paramos de dejarnos esperando
y volteamos al fin la mirada
y nos vemos a los ojos de nuevo
extendiéndonos los brazos”
¿Qué tal si volvemos al cuerpo y exploramos lo que nos trae a través de sus maneras de entregarnos información?
Nada de los planos más sutiles, emocionales, menos tangibles, está desligado con los sistemas materiales que he descrito. Por eso, a través de invitaciones y prácticas simples, iremos descubriendo estas interacciones entre el corazón, el vientre, el metabolismo y el sistema inmune o de “defensas” que se ha ido alzando ante la vida.
6 semanas para hacer contacto desde diferentes dimensiones:
La información que te iré compartiendo
Las experiencias que irás reconociendo y habitando en tu propio cuerpo y tu propio entorno.
Tus exploraciones, con invitaciones a ir abriendo espacio en tu cotidianidad para atender tus ritmos vitales que te van señalando lugares de mayor apertura, escucha y armonía en ti, en la Vida, en el lugar que habitas.
Nos veremos en vivo cada semana, si no te funcionan los horarios sincrónicos, tendrás acceso a las grabaciones y a material disponible para acompañarte durante las 6 semanas y después de ellas.
Tendrás una comunidad disponible para resonar, intercambiar experiencias y recordar la potencia y la fuerza vital del encuentro grupal.
Empezamos la semana del 21 de Julio.
A partir de Octubre 1 puedes acceder al material grabado.
*¡Durante esta primera semana de lanzamiento, tendrás descuento del 25%!.
Si eres de Colombia y quieres hacer el pago vía Bancolombia, escríbeme aquí
Por favor envíame tu comprobante de pago al correo info.entremundos@gmail.com, o escríbeme aquí.
¿Quién te acompaña?
Soy Carolina Ramírez Mazo. Terapeuta e investigadora doctoral en el vientre y el ciclo ovulatorio menstrual en su interconexión y conversación constante con los demás sistemas de nuestro cuerpo, incluyendo la psique. Abro espacio para atendernos desde las interconexiones dentro del organismo vivo que somos y con el entorno en el que habitamos.
He visto y creo en la inteligencia de la Vida, que se expresa en cada célula, en cada agrupación de ellas, en cada adaptación del organismo para continuar viviendo, en cada inhalación y en cada exhalación; en cada dolor y en cada irregularidad. Creo en esa inteligencia contándonos y mostrándonos rutas para volver a estados armónicos cuando estamos dispuestas a escucharle, a atenderle, a cuidarle y a abrirle espacio para que se desenvuelva y nos cuente lo que por mucho tiempo ha guardado.
Estudié ingeniería química en la Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín, y una maestría aplicada en Diseño de Procesos y Producto en la Eindhoven University of Technology (TU/e), en Países Bajos. Sigo nutriendo mi mirada en formaciones y acompañamientos desde la Psicología Humanista Existencial: Completé los ciclos de formación de Epistemología de la Psicología Humanista Existencial, Perspectivas y Comprensiones Clínicas, Cuerpo y Psicoterapia en el Centro Humanista Existencial Parinâma. Hago parte del grupo continuo de supervisión clínica del Centro de Formación Centir. Estoy en mi último año de doctorado en Sistemas Energéticos, en la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, con una pasantía actual en el grupo Röblitz, de la unidad computacional de biología: Computational Biology Unit, Universidad de Bergen-Noruega. En la tesis doctoral, propongo nuestro organismo como un tejido de conversaciones ininterrumpidas e inseparables. En su centro, expongo la construcción de un modelo matemático que describe el ciclo ovulatorio-menstrual en algunas de sus interacciones con el metabolismo y el sistema cardiovascular.
“La psicología profunda ha traído por medio de símbolos, figuras arquetípicas y tejidos de sentido, información profundamente compleja de nuestro organismo interior y su relación con otros organismos; con el mundo.
Las matemáticas y la alquimia-química, han traído elementos y fenómenos altamente complejos del universo que habitamos, a lenguajes simbólicos”.
Allí voy tejiendo yo, en este entre que se encuentra de forma profunda y simbólica, al habitar el universo que vamos siendo.
Los espacios que compartiremos tendrán en el centro las interacciones dentro y fuera de nuestro cuerpo entero. Es decir, las conversaciones que se sostienen entre los sistemas de nuestro organismo y con aquellos otros organismos que nos rodean, con quienes tejemos sistemas vivos más amplios que respiran como los árboles que intercambian nutrientes bajo la tierra en un bosque y mecen sus copas en el aire.
Los lugares en los que vivimos, los entornos que habitamos, las situaciones que experimentamos nos hacen preguntas y nos invitan a seguirnos encontrando con la Vida, para dejar que emerjan pasos creativos y de profundo sentido.